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María Acaso, directora de la Escuela de Educación Disruptiva de Fundación Telefónica, afirma que se debería cambiar la metodología educativa en lugar de medicar con anfetaminas a niños de dos años con un supuesto Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) para que se concentren.

En rEDUvolution, su último y provocador libro, propone realizar un cambio en la pedagogía ¿acaso estaría mal?

«No es que esté mal, es que no sirve ¡Por favor! Ha cambiado todo, y sobre todo lo que tiene que ver con la gestión del conocimiento. Igual que un médico no puede operar sin anestesia, como en el siglo XIX, hoy no se puede aprender con una lección tradicional, donde lo único que se consigue es una educación bulímica. Te atracas de información que vomitas el día del exámen y a los tres segundos cuando has salido por la puerta has olvidado todo» señala.

El primer paso para la rEDUvolution es aceptar que se aprende más de lo que no es explícito que de lo explícito. Lo explícito es lo que el profesor dice, el libro de texto o Power point, pero hay otras formas como la iluminación del aula o cómo va vestido el profesor.

Para Acaso, el papel que debe tener un profesor, cumpliendo esta nueva pedagogía, es de ser un productor cultural, como un artista que debe saber coger conceptos y «remixearlos». El docente debe priorizar la agenda de sus alumnos y aprovechar sus habilidades e incorporarlos a la clase. Es poner por encima el interés del alumno. «Si les interesa el fútbol, a lo mejor puedo incorporar este deporte como recurso para explicar las matemáticas».

En ese contexto, señala que más allá de sus competencias y conocimientos, es muy importante tener un profesor creativo que podría crear experiencias increíbles al realizar sus clases en el aula.

La autora de rEDUvolution recomienda que se cree una comunidad en la clase donde el profesor sea como «coach» (entrenador) y los estudiantes como «coachers» (entrenadores). Por ello, menciona que «Si a un alumno le das responsabilidad, todo mejora. Si le obligas y le das disciplina solamente, al final surge el miedo. Hay que recuperar los afectos en el aula, son muy importantes».

Finalmente, afirma que la pedagogía es mente, pero también cuerpo y los niños no pueden estar sentados por horas o sumisos escuchando clase, por lo que no se debería considerar darles medicinas para controlarlos cuando se vuelven inquietos.

«No existe Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), solo niños aburridos en clase. No hay que medicar a los niños, que simplemente se quieren mover, sino cambiar el sistema».

Fuente: abc.es

 

«No existe trastorno de déficit de atención, solo niños aburridos»
«No existe trastorno de déficit de atención, solo niños aburridos»