noticias

César Alierta ha dedicado los últimos años de su vida, al frente de la presidencia de Fundación Telefónica , a hacer un mundo mejor, más justo, solidario e inclusivo, a luchar para reducir la brecha educativa y a que todos tuvieran las mismas oportunidades.

César Alierta sabía y defendía que la educación era la clave del progreso. Por eso, su cometido fue contribuir a mejorar la educación de millones de niños y niñas vulnerables para darles una opción de futuro.

Como él decía: “la educación es la principal herramienta de cambio para la transformación social y la inclusión social”. Un mensaje que trasladaba incansablemente a todos aquellos que querían sumarse a su causa y que ha sido su cometido en la última etapa de su vida.

Su labor en Fundación Telefónica ha llevado  a esta institución a las cotas más altas de excelencia y ha contribuido a transformar la vida de las personas dejando un legado inigualable.

A través de los diferentes proyectos sociales, educativos y culturales de Fundación Telefónica y con el programa «Comprometidos con la educación», impulsado por Fundación Telefónica y Fundación “la Caixa”, Alierta buscaba hacer un mundo más humano impulsando una digitalización inclusiva. Desde su puesta en marcha en Angola en 2016,  «Comprometidos con la educación» no ha dejado de crecer, ampliándose a nuevos continentes y países, y consolidándose, mediante la educación, en los entornos vulnerables de Latinoamérica, África y Asia. En la presentación de «Comprometidos con la educación», Alierta aseguraba: “Estamos convencidos de que tenemos una oportunidad única para valernos de la tecnología y acelerar el desarrollo y el bienestar social a través de la educación digital”.

Durante sus 16 años al frente de Telefónica, la educación fue una de sus máximas prioridades y así lo demostraba con su apoyo incondicional a Proniño, un programa de Telefónica credo en 1998 y gestionado por la Fundación, que contribuía a la erradicación del trabajo infantil en Latinoamérica a través de la educación. Siendo presidente de Telefónica realizó numerosos viajes a Latinoamérica para mostrar su firme compromiso con los que más lo necesitaban y dio un paso más en 2016 cuando abandonó la presidencia de Telefónica. Entonces, se puso al frente de su Fundación y creó  un proyecto personal en el que se dejó la piel para  mejorar la educación a través de la tecnología en los entornos más remotos y desfavorecidos.

Alierta ha dejado huella por donde ha pasado. Además de su gran bagaje profesional que le ha llevado a ser unos de los más grandes empresarios de este país, al frente de la compañía de Telecomunicaciones líder en España, se le recordará entre sus empleados y amigos como un trabajador incansable, gran estratega, amigo de sus amigos, enamorado de su Zaragoza natal, fiel y cercano, comprometido y generoso. Así es como le recordaremos todos aquellos que hemos trabajado con él y hemos compartido su compromiso por hacer un mundo mejor para todos.

Gracias, Presidente
Gracias, Presidente