Exposición
El Museo de Arte de Lima – MALI y Fundación Telefónica Movistar presentan El eterno retorno – interacciones prehispánica del artista Cristhian Ávila, proyecto ganador del concurso Irradia. Espacio Público. Se trata de una instalación con sensores que recopilan información sobre las corrientes de viento que pasan a su alrededor: velocidad, fuerza, ángulo de inclinación, entre otros. Estos datos son procesados por un software que los convierte en comandos para activar el sistema de ductos y electroválvulas que permiten que las réplicas de instrumentos musicales precolombinos produzcan sonidos.
La propuesta busca generar un espacio de reflexión sobre la importancia e influencia del sonido y la música en las sociedades precolombinas que habitaron este territorio antes que nosotros. Las pocas certezas que tenemos sobre esta faceta de su quehacer cotidiano se presentan al público bajo un velo de misterio a la espera de que el ajetreado y acelerado estilo de vida contemporáneo las acoja y acepte en la consciencia colectiva.
Irradia. Espacio público fue un concurso abierto organizado por la Fundación Telefónica Movistar y el Museo de Arte de Lima – MALI, dirigido a proyectos artísticos destinados a intervenir el Parque de la Exposición. El objetivo de esta iniciativa es el de promover la producción de una obra de sitio específico que se adhiera a los lenguajes propios del arte contemporáneo y que ofrezca al público nuevas maneras de percibir el entorno urbano y las áreas verdes de la ciudad.
Del 14 al 21 de diciembre 2021
Horario: De martes a domingo de 11 a.m. a 5 p.m.
Lugar: Parque de la Exposición, frente al MALI.
Ingreso gratuito.
Al revisar la historia de Lima, nos damos cuenta de que esta ciudad ha estado en constante transformación desde mucho antes de su fundación en tiempos coloniales. Las sofisticadas sociedades precolombinas que ocuparon este desértico territorio buscaron la manera de transformarlo para hacerlo habitable. Prueba de ello son los sistemas de regadío que llevan el agua de las montañas a los valles; o los caminos del Inca, que en algunas partes de la capital sirvieron para trazar calles y avenidas.
En una búsqueda de lo constante en nuestra historia, hay un elemento que nos acompaña y que también ha sido reconfigurado por el reciente y desmedido crecimiento de la ciudad: el viento. Aunque el proceso de urbanización haya interrumpido su camino y mermado su fuerza, es aún posible hacer uso de este recurso natural. De esta reflexión nace El eterno retorno – interacciones prehispánicas, un proyecto que emplea la energía del viento como mediadora para reconciliar el pasado con la contemporaneidad.
¿Cómo podemos hacerlo posible?
Esta pregunta halló su respuesta en los instrumentos sonoros precolombinos de viento, objetos empleados por nuestros antepasados en diversas -y aún misteriosas- actividades. No obstante, el difícil acceso a estos objetos y su frágil materialidad suelen volverse obstáculos en este tipo de proyectos. Si bien las réplicas contemporáneas en cerámica podrían haber sido una solución práctica, su manufactura rústica no logra replicar las formas con la exactitud necesaria para alcanzar los mismos registros o calidad de sonido de las originales. En cambio, gracias a la precisión con la que las impresoras 3D modelan volúmenes, las réplicas creadas con esta tecnología sí lo logran.
Es así que se optó por emplear réplicas impresas en 3D para desarrollar este proyecto. Después de un proceso de investigación y selección, se escogieron 12 piezas provenientes de tres colecciones locales. Con la ayuda de un tomógrafo, estos volúmenes se convirtieron en archivos digitales que se usaron para producir réplicas con fibras de plástico ligeras y resistentes, cuyas cualidades sonoras se aproximan bastante a las de la cerámica.
Si bien este estudio nos da luces sobre el desarrollo tecnológico musical precolombino, no nos permite ir más allá. Recientemente, el trabajo de los arqueomusicólogos se ha centrado en imaginar cómo los sonidos de estos instrumentos podrían combinarse para generar armonías y sinfonías, pero debe recalcarse que estos trabajos parten de interpretaciones contemporáneas. En este sentido, este proyecto busca la mínima intervención humana para hacer funcionar estas piezas, dejando que sea el viento mismo el que las traiga a la vida.
Para esto, se construyó una torre de más de 6 metros de altura, en cuyo extremo superior se instaló un cabezal giratorio a modo de sensor que registra la fuerza de la corriente de viento, su ángulo de inclinación e intensidad. Este sensor genera data que llega a una plataforma de generación de códigos que, por medio de un software, interpreta la actividad del viento. Esta información pasa a un sistema neumático, en donde un conjunto de electroválvulas se conectan a las réplicas impresas en 3D. Las electroválvulas responden a la siempre cambiante información captada por el cabezal, para aleatoriamente abrir y cerrar el paso de aire que hace que las réplicas produzcan sonido.
Esta instalación busca generar un espacio de reflexión sobre la importancia e influencia del sonido y la música en las sociedades precolombinas que habitaron este territorio antes que nosotros. Las pocas certezas que tenemos sobre esta faceta de su quehacer cotidiano se presentan al público bajo un velo de misterio a la espera de que el ajetreado y acelerado estilo de vida contemporáneo las acoja y acepte en la consciencia colectiva.
Curador: Jerson Ramirez
Coordinación general: Yuriko Tanaka
Ingeniero mecatrónico: Hayashi Mateo
Asistencia técnica: Esteban Coronel
Arqueomusicólogo asesor: Ronald Sánchez
Asesoría: Daniel Ocupa y Fanel Contreras
Con colaboración de:
3D Rey, Centro Avanzado de Resonancia – Resocentro, Clínica Javier Prado, Colección Cohen, Empresa Municipal Inmobiliaria de Lima – EMILIMA, GL Ingenieros, Municipalidad de Lima, Museo del Banco Central de Reserva del Perú – MUCEN, Museo Metropolitano de Lima y Red Animation.