3D. Imprimir el mundo

Exposición

Título 3D. Imprimir el mundo

Exposición que explora el impacto de la impresión en tres dimensiones en nuestra sociedad desde disciplinas tan variadas como la medicina, la moda, la gastronomía o la arquitectura.

Fecha Desde este 07 Diciembre - 01 Abril 2017

¿En qué consiste la impresión en tres dimensiones y cuál ha sido su recorrido hasta la actualidad? ¿Qué capacidad transformadora tiene esta tecnología en los procesos productivos, en la relación del individuo con los objetos y en la sociedad en general? ¿Qué tipo de objetos impresos podemos encontrar en estos momentos y en qué ámbitos se utilizan? ¿Hasta dónde puede llegar el uso de impresoras 3D?

3D. Imprimir el mundo explora el impacto de la impresión en tres dimensiones en nuestra sociedad desde disciplinas tan variadas como la medicina, la moda, la gastronomía o la arquitectura. Una verdadera transformación que permite al ciudadano fabricar cualquier cosa, reformulando conceptos fundamentales como la autoría, la sostenibilidad, la educación o la accesibilidad. Si la revolución industrial de finales del siglo XVIII hizo posible la producción en masa de bienes de consumo, cambiando radicalmente la economía y la sociedad, ahora surge una nueva tecnología de fabricación que consigue precisamente lo contrario: la fabricación individualizada.

La impresión tridimensional permite crear objetos personalizables según las necesidades y gustos de cada cual. Este nuevo sistema socava las economías de escala, cuestionando la necesidad de fabricar cientos o miles de unidades para abaratar el producto y que finalmente llegue al consumidor. El consumidor se convierte ahora en productor, prosumer, lo que supone un desafío a todo nuestro modelo productivo, desde cómo diseñamos, fabricamos o hacemos llegar los productos al consumidor hasta la protección de la propiedad intelectual o la seguridad.

La exposición se organiza en cuatro grandes bloques temáticos:

Del bit al átomo

El bit es la unidad básica de información empleada en informática y el átomo es su equivalente en el mundo físico. A medida que la distancia entre ambos se va reduciendo estamos eliminando la frontera entre lo digital y lo físico.
La impresión 3D está haciendo real precisamente esto, traducir lo que existe solo en el ordenador en materia y viceversa; lo que significa una nueva forma de entender la materialización o la fabricación. En palabras de los expertos Hod Lipson y Melba Kurman: “Si el final del siglo XX fue sobre la información haciéndose digital, el siglo XXI será sobre acercar el mundo virtual y el físico”

 

Por el espejo retrovisor

La historia de la impresión 3D no es tan reciente como parece. Los primeros experimentos con este modo de fabricación comenzaron a finales de los años 60, aunque no fue hasta mediados de los 80 cuando se empezó a desarrollar la tecnología como la entendemos hoy en día. La primera impresora comercial, la SLA-1 de 3D Systems, fue el comienzo de la fabricación aditiva. En los primeros años se utilizaba solo para prototipos, pero en la última década se está usando para fabricar productos acabados y listos para su utilización. Al mismo tiempo estamos presenciando la democratización de la tecnología: las impresoras 3D son cada vez más asequibles y están entrando en el ámbito doméstico, lo que significa la descentralización de la fabricación y la (con)fusión entre consumidor y productor.

 

La huella tridimensional

Al igual que el hombre deja marcas y señales por donde pasa, la tecnología de la impresión en 3D tiene un fuerte impacto en la economía y en nuestra sociedad. Este bloque, dividido en varias secciones (Nuevo juego, nuevas reglas.
Aprender haciendo. Hecho a medida. Hacer sostenible. Nuevo medio nuevos lenguajes. Cambios productivos. Comer con impresión), está dedicado a repasar algunas de las “huellas” más relevantes que se han detectado hasta el momento, mostrando algunos ejemplos de aplicación de esta tecnología en varios ámbitos.


Un paso más allá

En el último apartado se plantean, a modo de epílogo, predicciones y expectativas de futuro de la impresión 3D. A destacar lo que el profesor del MIT, Skylar Tibbits, presenta como la impresión 4D, que consiste en programar objetos físicos y materiales biológicos para que cambien de forma, propiedades e incluso calculen fuera de una materia construida de silicona (refiriéndose a los chips). Además de objetos, la muestra se completará con una serie de visualizaciones y audiovisuales, entre los que destacan entrevistas a profesionales de perfiles tan dispares como la bioingeniería, el diseño, la filosofía, la robótica o el movimiento maker. Todo ello para ofrecer al visitante una mirada lo más amplia posible a un fenómeno digital considerado por muchos la próxima revolución industrial.