Algunos docentes o padres de familia opinan que no se debería permitir que los alumnos usen el celular u otro tipo de herramienta tecnológica con frecuencia en clase, ya que podría volverse una adicción.
Sin embargo, según un estudio sobre la adicción a la tecnología y las pantallas en adolescentes, realizado por David Gimeno Martín, como trabajo final del Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC); los problemas relacionados con el uso indebido del móvil podrían resolverse con la aplicación de métodos educativos basados en:
* Usar aplicaciones tecnológicas, incluso multipantalla, con los que el alumnado se sienta ya familiarizado fuera del centro educativo.
* Aplicaciones interactivas y redes sociales como Twitter y EdPuzzle.
* Utilizar ejemplos y situaciones reales, dotando a los problemas de un sentido práctico.
* Introducir en los móviles problemas que generen debates éticos, ya que esta generación tiene una fuerte necesidad de participación y una gran preocupación por el futuro del planeta.
* Reforzar conceptos y explicaciones mediante imágenes y vídeos.
* Promover los trabajos que requieran el uso de un dispositivo electrónico.
