Exposición
TERRITORIOS EXPANDIDOS reúne para esta ocasión seis obras en donde el sonido y la imagen se revelan a través de complejas interrelaciones tecnológicas. Verdadero escultor audio-cinético, Kolgen crea obras de una finura estético-matemática casi desconcertante, a partir de datos digitales.
*Texto curatorial: Nathalie Bachand
Desde hace muchos años, el artista canadiense de renombre internacional, Herman Kolgen, explora a través de tecnologías digitales la noción de territorio y las relaciones de fuerza que suceden en éste. Kolgen se interesa en el territorio no sólo como un espacio físico externo sino también como un lugar de interioridad humana, con sus afectos y estados intangibles. El territorio aparece como un lugar de tensión en donde atracción y repulsión generan diálogos inesperados. Como átomos que dan forma a los cuerpos y a la materia, esta tensión crea una resistencia fértil que abre el camino para la expresión de fuerzas vivas que inspiran el trabajo del artista.
El proceso artístico de Herman Kolgen también se caracteriza por una preocupación recurrente por el impacto que el hombre tiene en el territorio y, de manera inversa, que el territorio tiene sobre el hombre. Sus obras cuestionan el alcance y las repercusiones, en distintos grados, de los gestos y acciones que todos realizamos cotidianamente.
Tecnológicamente complejas y muy sensibles visualmente, sus instalaciones de video generativas y fotográficas, así como sus performances audiovisuales, nos cuentan, entre otras cosas, cómo las herramientas digitales influencian nuestra relación con el mundo y nuestra lectura del entorno inmediato. Si estamos ontológicamente relacionados al universo de una manera que, por su esencia, no entendemos, no queda duda que en la escala de nuestra vida cotidiana estamos cada vez más conscientes de la manera en que lo digital funciona como interfaz entre la realidad y las intenciones que proyectamos en ella.
Pensando en estas preguntas, TERRITORIOS EXPANDIDOS reúne para esta ocasión seis obras en donde el sonido y la imagen se revelan a través de complejas interrelaciones tecnológicas. Verdadero escultor audio-cinético, Herman Kolgen crea obras de una finura estético-matemática casi desconcertante, a partir de datos digitales.
LA EXHIBICIÓN
AIRFLOW
[Sensores de viento exteriores, sistema de interpretación del flujo eólico en tiempo real, pantalla LCD, escáner motorizado]
Airflow es una instalación generativa que conecta lo interno con lo externo. Por un lado, una turbina eólica externa, localizada en la entrada de Fundación Telefónica, capta la velocidad del viento y retransmite los datos de éste a una pantalla LCD que se encuentra en el interior. Estos datos, relativos al viento, son llevados allí por el lento movimiento lateral de una barra luminosa vertical que escanea la pantalla al pasar. Los datos provenientes de la turbina eólica aparecen entonces en la pantalla bajo forma de partículas visuales que luego se re-escanean y son activadas por el segundo paso de la barra vertical, revelando de esta forma una visualización de la amplitud y de la turbulencia de los datos eólicos. Bajo forma de alas, las partículas que son reveladas de esta forma reducen gradualmente su propulsión para fijarse en una imagen final, que es luego nuevamente escaneada, reiterando el mismo procedimiento de captación, retransmisión y visualización.
SEISMIK GEOPOLE
[Informes de datos visuales de volcanes transmitidos en forma de vibraciones hacia placas metálicas]
Presentado como una instalación audiovisual generativa, Seismik Geopole consiste en un sistema que conecta lo externo y lo interno vía la transmisión de datos sísmicos, meteorológicos y medioambientales. Captados en tiempo real, los datos transmitidos son determinados por un sistema informático que nos indica su naturaleza y origen, y luego los traduce visualmente, en simultáneo, hacia dos pantallas. Además de esas múltiples fuentes de captación, los datos de cuatro volcanes peruanos son retransmitidos hacia placas metálicas, también en tiempo real. Este procedimiento consiste en una reinterpretación de los datos en forma de vibraciones, que luego son transferidas a las placas, generando así sonidos y movimientos. Esta obra, que evoca el invisible movimiento subterráneo de las placas tectónicas, es una mirada al lenguaje del medio ambiente y a lo que éste nos comunica.
Seismik Geopole fue realizada con el apoyo del Instituto Geofísico del Perú.
SEISMOGRAFF
[Dibujo de datos sismográficos sobre papel]
Como complemento de Seismik Geopole, Seismograff es una obra sobre papel presentada en forma de rollo sismográfico, que proporciona una interpretación visual de datos geo-localizados. La obra reivindica aquí sus derechos en su calidad de representación de la realidad, cuestionando el estatus de verdad que le atribuimos generalmente a los datos digitales.
DUST OPACIT TIME
[Macro fotografías translúcidas de imágenes de polvo]
La instalación fotográfica Dust Opacit Time es una versión bidimensional de la obra audiovisual Dust, creada originalmente en 2010. La obra evoca la ligereza del polvo y su aspecto casi inmaterial, bajo forma de finas películas fotográficas translúcidas, superpuestas sobre placas. Paradójicamente, sin importar cuán ligeras sean debido a lo que representan, la superposición de las imágenes sugiere una casi opacidad y hasta una posible solidez de esta materia, que sin embargo es fugaz. La idea de una temporalidad opaca, es decir de un espacio-tiempo –aquel de la captación fotográfica– que no dejaría pasar la luz por la cual se revela la imagen, dialoga con Aftershock (instalación videográfica que se encuentra frente a ella), en donde el polvo cubre los territorios accidentados de nuestras interacciones humanas.
AFTERSHOCK
[Pantallas LCD y datos de audio]
En el contexto de esta exposición, la performance audiovisual Aftershock se presenta bajo la forma de un tríptico de video, proyectado a través de un dispositivo de visualización en tres segmentos. Las tres estructuras parecen emerger del muro como polígonos irregulares echados horizontalmente. A través de delgados visores nos permiten ver, muy al fondo, tres series de videos Aftershock, acompañadas de ruido blanco ensordecido. Mientras que el aspecto formal del dispositivo de visualización podría evocar la forma afilada de troneras o de aperturas de bunkers, lo que se ve en el otro extremo sugiere una transposición de lo interno hacia lo externo: de repente nos encontramos afuera y estamos mirando hacia adentro. A través de secuencias de explosiones nucleares, derrumbes de arquitecturas, destrucciones a gran escala, la obra expresa la trágica calma de una post-humanidad, impregnada de una paradójica poesía. Cenizas y polvo fijan y subliman a la vez el paisaje
LIQUID MEMORY
[Reservorios llenos de agua salada, sensores, fotografías y datos de audio]
Liquid Memory es una instalación fotográfica en donde se nos presenta fotografías semi-colgadas en el espacio, parcialmente posadas en reservorios llenos de agua a nivel del suelo. Aquí el tiempo actúa sobre la obra: en contacto con el agua, las imágenes se alteran, el papel se disuelve hasta volverse pulpa, para romperse finalmente. Como una memoria que se va borrando, y se transforma con el paso del tiempo, las fotografías –que son en sí muestras del pasado– absorben sutilmente el efecto de la exposición en su propia materialidad. Además de estas imágenes, existe una dimensión sonora que es el vector de conexión con la interioridad. Al mezclar sonidos apenas murmurados de voces humanas con una interpretación en audio de datos relacionados con el agua (sobre todo la tasa de humedad de los reservorios, captada gracias a sensores) estos sonidos nos sumergen en territorios desconocidos, que cada uno de nosotros conserva dentro de sí.
